Imagine a Saltillo hace 100 años, con 18 veces menos habitantes que ahora a sus pobladores proponiéndose construir uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad, cuyas características, un siglo después, aún lo diferencian del resto de la ciudad, del país e incluso de Latinoamérica.
Este año, al cumplirse 100 años de su construcción, Zócalo Saltillo lo invita a redescubrir el edificio que seguramente ha visitado alguna vez, ha disfrutado de su iluminación artística o al que quizás acudió buscando una profesión siendo aún estudiante.
La edificación de la Benemérita Escuela Normal de Coahuila, con corazón de acero y recubrimientos de cantera, marca un antes y después en la forma de construir en Saltillo. Y curiosamente, fue un ingeniero inglés, Sperry Theodore Abbott, el mismo que trazó las vías del ferrocarril que conectaron al estado con el mundo, quien dirigió los trabajos de construcción de la Escuela Normal del Estado.
NUEVA GENERACIÓN DE EDIFICIOS
Hace 110 años Saltillo tenía apenas el 90% de la población, incrédulos los 40 mil habitantes vieron nacer un edificio de ese tipo, que junto con otras construcciones, para el director de Imagen Urbana y Centro Histórico, Marco Antonio Flores Verduzco, “es la nueva generación de edificios en Saltillo”.
“Con la llegada del ferrocarril a finales del siglo 19 cambia radicalmente el sistema constructivo de la ciudad porque podemos transportar material que no se podía traer antes de la llegada del ferrocarril. El ejemplo más claro es la Normal, el edificio Dávila Ramos, Dámaso Rodríguez, el Archivo Municipal y el Teatro García Carrillo.
“Es un ejemplo de una época en que cambia la economía de la ciudad. De los muros de adobe con techo de terrado (tierra) y madera, cambia a grandes claros (espacios) que antes eran casi imposibles. La innovación de la forma de construir cambia la visión de los arquitectos, poder transportar materiales de otras ciudades como el hierro e incluso de Estados Unidos, magnifica la arquitectura de Saltillo”.
La Normal Básica tiene una estructura base de acero recubierta con cantera de San Luis Potosí, muros de carga de ladrillo, los techos de los salones o crujías están hechos a base de bovedilla, un sistema de construcción de vigas de acero en bóvedas pequeñas de ladrillo recubiertas de cantera.
“La planta arquitectónica es una escuadra reticular (en forma de red) distribuida en ‘U’ con los salones y el auditorio en la parte central que es lo que se estaba manejando en esa época. En el Ateneo es lo mismo, salones en ‘U’ con un auditorio en el centro, la primaria Álvaro Obregón, igual pero al aire libre, pero es el mismo sistema”, observa el arquitecto Marco Flores.
“Aquí se utiliza el sistema que se usaba mucho en el ecléctico (un estilo que combina elementos del pasado), de que es no poner la fachada en el paramento, sino hacia atrás para dejar un espacio y amplitud en la visión del edificio.
“Cuando entras, accedes al segundo piso, no al primero, el otro es un semisótano, pero finalmente marca la jerarquía por el tipo de construcción, llegas a la parte media para llegar al auditorio, es un sistema muy interesante.
Es como se hacía en el porfiriato “Luego te distribuyes a la planta alta o la parte baja. No es un sótano, sótano, está abajo 1.50 metros, pero es muy interesante porque esa escalinata que se construye para el frente le da mucha jerarquía a la fachada, de otra manera la fachada se vería mermada, lisa, este frontón neoclásico con enmarcamiento de columnas, se jerarquiza mucho por la gran escalinata, de otra manera no lo podrías lograr. El constructor le dio mucha presencia a la fachada con esa escalinata”.
El auditorio de la Normal tiene una amplitud grande para su época de casi 35 metros, bajo él, un sótano y encima encontramos la cúpula cuyo tipo de construcción, a la fecha único en Latinoamérica según especialistas del INAH, le valdrá el ser inscrito como edificio histórico ante el Instituto Nacional de Bellas Artes.
MOMENTO HISTÓRICO
La construcción de la Escuela Normal de Coahuila de acero, cantera, madera y ladrillo, coincide con el porfiriato, una época en la que se construyen por decreto presidencial muchos edificios importantes como los mercados, la llegada del ferrocarril modifica los materiales y la forma de construir e incluso la urbanización, ya que se decreta que las ciudades deben de crecer en forma radial y se construyen las grandes calzadas.
“La Normal coincide con esta gran época que es de finales del siglo 19 cuando se construye y se termina en el 20, en ese gran auge arquitectónico que creó el Mercado Juárez de Guanajuato, uno de los más bellos del país y donde también se construyó en esta época el mercado de Saltillo que se incendió. Los palacios de gobierno de muchas ciudades también se construyen en esa época”.
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Fuente:www.zocalo.com.mx
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